Claramente tanto el carácter como el comportamiento de
las personas influyen en los otros.
De ahí la importancia que tiene el modelar mediante la
educación el carácter durante la infancia para conseguir un comportamiento
aceptado por la sociedad.
He visto y he podido comprobar mediante películas, libros,
etc. como personas con caracteres débiles se han visto influenciadas y realizando
actos que en otro entorno no los hubieran hecho jamás.
Por ejemplo chicos, de un entorno familiar adecuado
,debido a las malas compañías han terminado robando ,cometiendo actos
vandálicos e incluso asesinado.
Seguramente esos mismos chicos si hubieran tenido un
carácter más fuerte o influencias buenas jamás hubieran cometido esa clase de
errores.
A lo largo de nuestra vida es súper importante el saber
distinguir una buena influencia de una mala porque puede ser decisivo en
nuestro futuro que a su vez también influye en las personas que tenemos a
nuestro alrededor.
También he comprobado en primera persona como el simple
hecho de estar rodeado de ciertas personas con carácter positivo te llena de
alegría y te transmite de alguna manera ese positivismo, eso quiere decir que
te estas dejando influenciar y recibiendo esa energía que te están
transmitiendo, como se da también el caso contrario con personas negativas que
te absorben la energía.
Tu muchas veces, sin darte cuenta, te conviertes en el
espejo en que el que se miran tus hermanos, tus amigos…, por eso es fundamental
actuar siempre de la forma correcta dejándonos aconsejar, por supuesto, por
padres, profesores, en general por las personas que ayudan en nuestra educación
y siempre buscan nuestro bien, o por lo menos intentarlo, porque no solo puedes
hundirte tu si no también arrastrar a las personas que forman parte de tu círculo,
tu grupo.
Los seres humanos somos sociales, nos relacionamos entre
nosotros y nos influimos. Debemos procurar tener actitudes positivas para
conducir nuestra vida y la de las personas que nos rodean hacia la felicidad.
Por supuesto la responsabilidad de una buena o mala
elección recae sobre nosotros por lo que tenemos que ser personas con criterio
propio sin necesidad de tener la aprobación de los demás, con una gran seguridad
y confianza, saber con claridad lo que queremos y saber decir no cuando sea
necesario.








