Dos opciones pero solo una correcta.

Muchos sabemos querer pero pocos sabemos a quién, la vida es la mejor maestra, nos da las mejores lecciones y nos deja las más dolorosas experiencias. Lo difícil es olvidarte de lo que quieres, para recibir lo que mereces.

A lo largo de la vida se nos van a aparecer muchas confusiones, muchas dudas, muchos problemas, y tenemos dos formas de afrontarlas, haciendo caso a la razón o al corazón, pero el problema es saber elegir en cada momento.

 Se dice que cuando tenemos que tomar una decisión importante es necesario mantener la cabeza fría. Por otro lado, también hay quien defiende que las decisiones importantes hay que tomarlas con el corazón porque de esta forma nunca nos equivocamos. Por eso decimos que “hay que dejar hablar a nuestro corazón” . Otros piensan que lo ideal es hacer caso a nuestras emociones pero, al mismo, tiempo no perder la cabeza. Digamos que un 50 % de emoción y un 50% de intelecto. Parece ser lo ideal, el problema es que cuando las emociones están en medio no es tan fácil mantener la cabeza fría. Quizá el problema sea que no sabemos usar correctamente nuestras emociones.

¿Existe algún punto de equilibrio entre ambos?

No, el saber elegir en cada momento depende de la persona, y sobre todo del momento.