domingo, 10 de noviembre de 2013

¿Qué hacer, lo deseado o lo correcto?

Muchas veces, a la hora de tomar decisiones, sabes que lo que tú quieres, es una cosa, y lo que deberías hacer, es otra. ¿Cuál es la más correcta? Está claro que la que deberías hacer, pero sin embargo, la que más apetece es la que tú quieres.  Pero, ¿realmente podemos controlar eso que queremos?

En muchos casos, por mucho que sepamos lo que es más correcto, vamos a hacer lo que el corazón nos diga, pues es algo que no podemos controlar. Es algo que se siente, y aunque lo razones, no vas a cambiarlo fácilmente. Y en la vida, situaciones en las que una elección muy importante tenga dos salidas totalmente distintas y que cada una nos lleve a un lugar, va a haber muchas. Siempre que algo así pase, realmente lo que el corazón nos diga, puede que no nos sirva para tanto, puede que sea más arriesgado y puede incluso que falle, que no se consiga lo esperado. También puede fallar lo que la razón nos diga, lo más lógico o que tenga más sentido, en ese caso, se tomaría la otra opción, aunque no fuera tan correcta.

Normalmente, la que más esfuerzo va a costar, es la opción razonada. ¿Por qué? Porque, los humanos somos de naturaleza vaga, y siempre, si se puede, queremos ir a lo fácil. En un examen, Por ejemplo, muchos se conforman con un 5, aprobar que es lo que el corazón quiere. Mientras que el 10, pues se lo dejan a otro, que realmente es la opción que deberíamos tomar en este ejemplo. No es fácil tomar decisiones de este tipo, porque los sentimientos ganan a la razón casi siempre.



En resumen, el corazón tiene razones que la razón no entiende, es decir, que hay cosas que no podemos entender, que están ahí , como impuestas. Son los sentimientos, lo que nosotros queremos, y eso la razón no lo puede entender, y por eso las decisiones a veces, nos cuestan tanto.

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