domingo, 24 de noviembre de 2013

Tercera disertación

                           No podemos vivir encerrados en nosotros mismos
     El ser humano necesita el contacto con otros seres humanos, pero este contacto no es siempre bueno. Muchas veces, con quienes buscamos más contacto, son los que peor nos lo hacen pasar, nos hacen daño por confiar en ellos. ¿Debemos compartir nuestros problemas con los más cercanos? ¿Quiénes son ellos para decirnos lo que debemos hacer? ¿No sería todo mejor si tus cosas solo las supieses tú mismo?
      Si no hablásemos con las demás personas, reventaríamos, y lo que más a mano tenemos para hablar son las cosas que nos pasan en el día a día. Nos volveríamos locos si todos los problemas con los que nos vamos a encontrar en nuestra vida los afrontásemos solos, sin nadie apoyándonos o aconsejándonos. Hay muchos puntos de vista que se nos escapan y es por eso por lo que necesitamos a las demás personas. Ellas nos van a dar su opinión y hablarán desde su experiencia. No nos van a decir lo que debemos hacer, van a darnos su consejo y van a apoyarte en cualquier decisión que tomes. El guardarnos nuestros problemas solo nos va a afectar negativamente, encerrándonos en nosotros mismos, estando de mal humor y consiguiendo que cada vez menos gente se preocupe por ti. Es verdad que evitarías algunos malos ratos que te llevas cuando alguien te engaña, cuando al confiar en ellos te traicionan, pero eso son cosas que nos van a pasar sí o si, no vamos a poder evitarlas totalmente. 
      Compartir tus problemas con los demás y dejarte ayudar tiene muchas más ventajas que desventajas. No es algo que nos haga más débiles ni vulnerables, al contrario, nos va a ayudar a llevar mejor la vida que nos ha tocado y en un futuro, dejarnos ayudar a los que vengan, igual que han hecho con nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario