CONTRAPUESTOS, PERO SE COMPLEMENTAN:
En la vida tenemos que tomar decisiones importantes que condicionaran nuestro futuro dependiendo de cual tomemos y pueden dejarnos un mal sabor de boca o una bonita experiencia que recordaremos a lo largo de nuestra vida. A diferencia de otros seres vivos, a la hora de tomar decisiones, el ser humano utiliza dos factores fundamentales:
- La razón: hace referencia a la lógica y al conocimiento. Cuando la utilizamos, aplicamos nuestros conocimientos para ver cual es la opción más fácil para solucionar cualquier problema que se nos plantea. Pero no siempre lo fácil es lo correcto.
- El corazón: hace referencia a los sentimientos y a las emociones. Este es el factor más complejo ya que la persona se ve influenciada por cómo se siente y las emociones que experimenta ante el problema, lo que le lleva a comportarse de una forma o de otra. Pero no siempre es correcto dejarse llevar por los sentimientos.
No siempre la razón y el corazón van de la mano. Generalmente, se produce una lucha interna entre ambos a la hora de tener que tomar una decisión. Muchas personas creen que la lógica es lo más útil en la toma de decisiones, ya que la lógica te dice que opción es la más inteligente. Otras defienden que '' hay que dejarse llevar por los sentimientos'', dejar que el corazón te conduzca a la opción que cree más correcta según cómo te sientes y cuales son tus emociones ante lo que sucede.
Yo no defiendo ni una ni la otra. No siempre la lógica acierta a la hora de elegir, al igual que el corazón se equivoca. La mejor decisión es aquella tomada conjuntamente con las dos, en la que la lógica estudia el suceso y el corazón te encamina a aquella que es más correcta. Solo así podremos elegir adecuadamente.
En conclusión, aunque la razón y el corazón los entendamos como cosas contrapuestas, conjuntamente te ayudan ante cualquier problema y a tomar decisiones sabiamente.

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