domingo, 10 de noviembre de 2013

Sin razón ni corazón

El corazón tiene razones que la razón no entiende, como el odio, el amor, o, la más obvia de todas, pero menos recordada, la confusión. Todo esto son sensaciones, sentimientos, razones. Alguna de estas, ya a nuestra edad, habremos sentido sin duda. Pero comprenderlas, no es fácil. Ya llevamos siglos intentando comprenderlas al 100%, y es ahora cuando nos estamos acercando, pero:
¿Porqué no podemos llegar a entenderlas aunque las sintamos? ¿Los diferentes idiomas podrían describirlos fielmente? ¿Cómo lo sentimos?
               
                Todo esto son misterios delante de nuestras narices, que cada uno tendrá que descubrir, y que en mi opinión, no son tan generales. Y creo que es por eso por lo que hemos fallado en la comprensión de la razón del corazón. Yo por ejemplo, he estado enamorado, como casi todos, pero nunca he sentido esas famosas mariposas en el estómago.
              
                  Creo que el idioma ayuda a explicarlos, pero no a entenderlos, y seguro que cuando le habéis intentado buscar una razón, un por qué, al odio, el amor, la confusión, habréis podido comprobar como todo son castillos en el aire, como muchas cosas son exageradas, habréis creído comprender, pero cuando habéis vuelto a ver a esa persona, o ese objeto, o ese lugar, los castillos en el aire se habrán vuelto a construir.

               
                   En conclusión, las razones y sentimientos son difíciles, nunca sabes que va a pasar,  o que van a hacer contigo.

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