domingo, 26 de enero de 2014

¿Por qué temer?

Nuestra vida no es perfecta, ni es a gusto de todos. Todo el mundo tiene problemas, que nos pueden afectar más o menos, pero nos adaptamos a ellos, de una forma u otra; alguna gente los afronta de cara, otros se esconden de ellos, pero al fin y al cabo siguen siendo respuestas a diferentes dificultades.
Fiodor M. Dostoievski dijo sabiamente un día: “El hombre es el ser que se acostumbra a todo”; dejando mucho que pensar. Si tenemos un problema, siempre nos adaptamos a él, ya decidamos o no solucionarlo o aceptarlo. En ocasiones alguien se suicida, y no suele ser una decisión espontánea; cuando alguien se quita la vida es porque le ha ocurrido algo realmente grave, y está eligiendo, está reaccionando a algo. Esto es simplemente un ejemplo, llevado al límite, de que el hombre se acostumbra a todo, aunque cada uno decide cómo hacerlo, según su filosofía de vida. Una persona generosa no responde a un asunto de la misma manera que alguien egoísta. Una persona positiva no va a afrontar una noticia de la misma manera que una negativa, ya sea una nueva buena o mala.
Entender esta breve afirmación con tanto significado nos puede hacer cuestionarnos si sufrir miedo es realmente necesario: ¿Merece la pena preocuparse por cada una de nuestras cargas si al final de todo nos acabaremos acostumbrando a cualquier situación?
Los miedos provienen de la incertidumbre, es decir, de aquello que no podemos o que no sabemos controlar: “voy a suspender química”, “no veo la perspectiva diédrica”, “tengo que hacer el artículo de cmc”, “me aburro”… y así un sinfín de preocupaciones, a las que siempre nos acabamos imponiendo. Esto no implica que las cosas siempre salgan como queramos, pero sí que siempre hay un después para todo, distinto para cada uno según como decidamos entenderlo.

La vida de uno mismo puede cambiar hasta cierto límite, o directamente no cambiar, después de cualquier circunstancia, pero esto es decisión nuestra y las cosas serán como cada uno quiera que sean.

No hay comentarios:

Publicar un comentario