domingo, 26 de enero de 2014

Objetivo: Saber vivir

  ¿Qué sería del ser humano si no tuviera nada por lo que luchar, por lo que esforzarse y si es necesario, realizar algún sacrificio? Viktor Frankl expresa en el título de su obra la necesidad vital del hombre de encontrar sentido a su vida, de buscar razones para seguir viviendo, para alejarnos de una existencia inocua. Entonces, la pregunta realmente es, ¿cómo debemos afrontar nuestra existencia?

  Muchos piensan que lo que le arrebata el sentido a nuestra vida son las desilusiones, las decepciones, los fallos, que hacen sentir al que los sufre el ser más desgraciado. El filósofo austriaco defiende que de estas experiencias debemos extraer enseñanzas, que ayuden a reforzar el sentido de nuestra vida. El hombre vive, se ilusiona, sueña, sin pararse a pensar, sin meditar sobre si lo que hace le perjudica o le beneficia. Por tanto, en el momento en el dejemos de soñar, de imaginar, para abandonarnos a una vida sin emociones, podremos darnos por desahuciados, nos faltarán  ganas de vivir y entonces sí que nuestra vida carecerá de sentido.

  El tema del sentido de la vida ha maravillado al hombre desde siempre y nunca falta aquel que quiere reducirlo a algo esquemático, sencillo y comprensible. Lo cierto es que esto es imposible, no podemos buscar el sentido de nuestra vida en un libro, en internet, ni siquiera en nuestro entorno, cada uno debe encontrar su propio sentido a la vida, de manera individual.

  Para algunos, los términos "sentido de la vida" y "destino" pudieran ser sinónimos, en absoluto es así. Hay grupos de personas que creen que han venido a parar aquí con un objetivo, estos colectivos se dejan dominar por su destino y actúan en consecuencia a lo que éste les dicta. No se nos impone un sentido a la vida, ni siquiera este permanece inalterable en el trascurso de nuestra existencia. Nosotros elegimos qué sentido darle a nuestra vida, porqué luchar y que obviar, por tanto nosotros somos los dueños de nuestro devenir.

  Podemos afirmar que el título que Frankl dio a su obra, es sin duda, la tarea más importante para el ser humano, que bien llevada, nunca se verá concluida y de la que el hombre no puede desprenderse, a riesgo de su propia vida. Prometamos desde hoy trabajar para encontrar un nuevo sentido a nuestra vida cada mañana, que nos impulse a no abandonar nunca, las ganas de vivir. 



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