Indudablemente, en sí el hecho de que en España haya democracia es un logro de nuestra sociedad, pero que lo sea no debe impedirnos denunciar los fallos y violaciones que suceden a diario dentro del esquema de democracia que existe e impera en nuestro país. Debemos protestar constructivamente, oponernos a las injusticias que se puedan crear con un solo objetivo: perfeccionar nuestra democracia. Porque, aceptémoslo, la democracia en España no es el sistema político idílico que todos soñamos. Día a día la gente normal y corriente, los trabajadores que son los votantes y la base de nuestro estado, ven como políticos corruptos abusan de su poder y roban de sus bolsillos, colocan a sus familiares y amigos en puestos de poder y les mienten con descaro. Esta misma gente, los políticos, son las personas en las que cada español había depositado su confianza, son los llamados representantes del pueblo, que deberían de representar las ideas de la gente que les vota,y que son finalmente quienes hacen uso del poder de la democracia. Últimamente se están dando más y más casos de corrupción y abuso de poder en nuestro país y el pueblo en nuestros días está cansado de tolerar y perdonar. Es ciertamente triste darnos cuenta del engaño que sufrimos, y esto nos lleva a pensar en si nuestra democracia es una democracia real. ¿Realmente tiene el poder el pueblo? Y, en definitiva, ¿vivimos en democracia?
Con unas condiciones como las actuales no podemos asumir que vivimos en una democracia real, sino que más bien se trata de una democracia manipulada. Es decir, vivimos una falsa democracia.
"Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia"
Theodore Roosevelt (1858-1919) Político estadounidense.
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