Disertaciones Filosóficas
Junto con otras muchas preguntas de carácter filosófico, el motivo de por qué usamos ropa es una de esas cuestiones que se encuentran tan arraigadas en nuestra sociedad actual que rara vez nos la plantearíamos.
Me dispongo a exponer los motivos del porqué de esta costumbre tan antigua.
¿Por qué tanta complicación? Yo no uso ropa y soy muy feliz
Nuestra historia comienza en la Prehistoria, con la aparición de los primeros humanos. En aquella época, la temperatura de la Tierra era muy inferior a la actual, por lo que su piel estaba cubierta por un pelaje que los protegía del frío. Empezaron a utilizar las pieles de los animales que cazaban para protegerse no solo de las temperaturas, si no también como una primitiva armadura.
Con el tiempo, los seres humanos fueron evolucionando, y con ellos las ciudades las armas y si, la ropa. Desde finales de la prehistoria con la aparición de las primeras civilizaciones la ropa cotidiana empezó a usarse como un distintivo social entre las clases sociales existentes. Un ejemplo puede ser la diferencia de vestimenta existente entre el Faraón en Egipto y uno de sus esclavos.
Esta condición difusora de la ropa se acrecentó en la Edad Media, con la aparición del sistema feudal y las grandes diferencias entre las clases privilegiadas como los nobles, que usaban ropa muy adornada con colores y piedras preciosas, y el pueblo llano, que se conformaba con lo que podía.
No solo separaba a gente de distintas clases sociales, también entre distintas culturas. la ropa usada en Asia Oriental era completamente distinta a la usada en Europa o en América, porque en cada zona la vestimenta había evolucionado de una forma u otra para adaptarse a sus necesidades.
Se mantenía su uso como método de protección, como por ejemplo en las armaduras de los soldados y caballeros.
Ya entorno a la Edad Contemporánea la ropa adquiere nuevos significados, manteniendo los que había anteriormente. En la sociedad actual, la ropa se utiliza como un método de comunicación, puesto que expresa nuestro modo de pensar, nuestro gustos y aficiones. Tus grupos musicales favoritos aparecen reflejados en tu camiseta, quizás el amor a tu país en una pulsera o nuestras creencias religiosas en un colgante. Cada prenda de ropa, cada complemento, no es más que una forma de mostrar a los demás como somos de manera no verbal.
Gracias a esta expresión, aparece la identificación. La ropa nos ayuda a identificarnos y relacionarnos con un grupo de personas de gustos similares a los nuestros, facilitando así el contacto con otra gente. Por otro lado, esta identificación puede generar discriminación o exclusión en la sociedad. Un ejemplo seria no seguir "La moda"
La moda no es más que un orden establecido de cómo y cuándo debemos vestirnos, normalmente establecido ya sea por personas influyentes (famosos, cargos políticos importantes) como por las empresas productoras de tejidos (y con ellas las empresas de publicidad, marketing...) que genera un consumismo desmesurado en la sociedad. Y ese es uno de los problemas de la ropa, que la moda es impuesta por unos pocos que sacan beneficio y triunfa sobre la racionalidad y el individualismo. Que el precio de unas deportivas aumente varias decenas de euros porque tiene un logotipo o porque algún famoso los ha patrocinado y que se vendan más son demostraciones de la sociedad consumista en la que vivimos.
Aunque el concepto de moda se suele aplicar a la ropa cotidiana, los uniformes de trabajo también sigue un patrón similar, pero en mi opinión menos acentuado.
Hasta aquí he tratado las influencias de la ropa, pero aún no he respondido a la pregunta inicial, el porqué la usamos en la actualidad. La respuesta se encuentra en que se ha convertido en una norma social. Hoy en día, no llevar ropa en público es casi un sinónimo de locura, y está penado en casi todos los países civilizados. La norma viene de las costumbres, que vienen del origen de la ropa que ya he explicado anteriormente.
En definitiva, la ropa se ha convertido con el paso de los siglos en una herramienta de distinción social que ha facilitado y a la vez entorpecido las relaciones entre los seres humanos, pero que aun mantiene sus usos más originales y antiguos.