1.-
PASOS PREVIOS
REFLEXIÓN
Se
trata de pensar sobre el tema planteado, anotando en un papel en sucio cuantas
ideas se nos ocurran sobre este tema, sin necesidad de seguir un orden. Hay que
dedicar un tiempo a esta reflexión antes de ponerse a escribir, que debe estar
entre cinco y diez minutos, dejando cuarenta minutos para la redacción.
ORDENACIÓN
Se
intenta establecer un orden de las ideas recogidas de tal manera que quede
claro cuáles son las ideas principales y las secundarias y en qué orden se
deben exponer.
ENFOQUE
Se
revisa el tema planteado para tener la seguridad de que se ha entendido
correctamente la pregunta. De las ideas anteriores, se selecciona la que va a
erigirse en el tema central de la disertación, en torno a la cual irán
apareciendo las demás ideas relacionadas. Es posible que no sea necesario
utilizar todas las ideas que hemos encontrado sobre el tema. También es posible
que, al escribir la argumentación, se nos ocurra alguna idea nueva que sea
bueno incluir, aunque hay que tener cuidado para que esas nuevas ideas no
deterioren la cohesión del conjunto.
IDEAS PERSONALES
Es
fundamental que expongamos nuestras propias ideas. No importa el que recojamos
datos o ideas de otras fuentes, incluso es necesario. No obstante, debemos
dejar claro que la disertación es algo personal, y eso se percibe sobre todo en
el enfoque próximo a la propia reflexión y experiencia, en el tipo de ejemplos
que se ponen, en la ausencia de ejemplos y frase ya manidos, en la frescura
general de toda la redacción.
2.-
REDACCIÓN
INTRODUCCIÓN
En algunas ocasiones puede ser necesario realizar una
breve (3-4 líneas) introducción antes de entrar directamente a exponer el tema.
Aquí se puede:
1. Justificar
el enfoque seleccionado. Explicar por qué hemos decidido tratar el tema de esa
manera.
2. Realizar
alguna aclaración que permita precisar el sentido de una pregunta que ha podido
quedar demasiado vaga o que puede ser entendida de diversas maneras. A veces se
trata de una precisión de vocabulario.
TESIS
Se expone con claridad la tesis fundamental que vamos a
defender a lo largo de la disertación. Es la contestación directa a la pregunta
o tema planteado. Conviene no ser excesivamente breve y escribir al menos 3
líneas. Es imprescindible como introducción al tema: el estudiante dice
brevemente qué es lo que va a decir a continuación de una manera más detallada
y con argumentos.
ARGUMENTACIÓN
Es la parte central de la disertación. No interesa tanto
lo que opinamos sobre un tema, sino las razones que tenemos para mantener esa
opinión; es decir, no evaluamos las opiniones de los alumnos, sino el rigor con
el que las argumentan. Razonar una tesis puede implicar alguno de los pasos
siguientes, aunque no es necesario en absoluto que todos aparezcan en una disertación
(si así fuera, sería muy larga).
1. Poner
algún ejemplo
2. Aportar
alguna información relevante y pertinente para el tema
3. Recurrir
a alguna autoridad en el tema. No conviene acogerse mucho a este tipo de razón.
4. Aclarar
los supuestos de que se está partiendo, alguna afirmación más general de la que
se podría deducir lo que estamos defendiendo.
5. Recurrir
a otras afirmaciones que puedan ser más evidentes y que apoyen lo que hemos
dicho.
6. Analizar
las posibles consecuencias que se sigue de lo que hemos dicho, y ver cómo esas
consecuencias son correctas.
7. Mostrar
la coherencia de la afirmación que hemos hecho con otras afirmaciones que
goazan de aceptación.
8. Mostrar
los errores que se pueden seguir si se niega lo que estamos afirmando. Eso
implica también incluir opiniones que no coinciden con la nuestra, para, a
continuación, argumentar haciendo ver que no están bien fundadas.
9. Mostrar
razones que niegan validez a las tesis contrarias a la nuestra.
10. Procurar
ser convincentes en nuestro razonamiento, es decir, utilizar razones que sean
plausibles para los lectores.
CONCLUSIÓN
Se retoma la tesis inicial y se hace ver cómo todo lo que
hemos ido diciendo a lo largo de la disertación ha servido para confirmarla.
Esto es, al final decimos de forma abreviada lo que ya hemos dicho
anteriormente. Se diferencia de la introducción en que es necesario dejar claro
que la tesis que se defiende está apoyada en todo lo que se ha argumentado.
3.-
PRESENTACIÓN
Es importante cuidar la caligrafía, de tal manera que sea
fácilmente legible. Hay que evitar tachaduras y correcciones, del mismo modo
que hay que dejar márgenes adecuados (como los de estas normas). El ejercicio
en general debe ofrecer una imagen estéticamente bella.
Hay que revisar cuidadosamente la ortografía al final,
dejando para ello unos minutos del tiempo disponible para redactar la
disertación. Se debe tener cuidado especial con los signos de puntuación y las
tildes; normalmente esos errores dificultan más la lectura que otras faltas de
ortografía en principio más llamativas (uso inadecuado de la «v» o de la «j».
Texto de Félix García-Moriyón
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