domingo, 1 de junio de 2014

La mentira es nuestra sombra.

¿Hemos dicho alguna verdad en las últimas 24 horas?
Yo más bien preguntaría si no hemos dicho ninguna mentira, estamos condicionados por ellas, lo llevamos con nosotros, es como nuestra sombra, es evolutivo, aunque eso no quiere decir que todos mintamos ni que mintamos a los mismos niveles.

Hay quien dice lo que llamaríamos mentirijillas, mentiras que uno prácticamente no se da cuenta de que ha dicho, pero mentiras al fin y al cabo. Un ejemplo seria cuando quedamos con alguien y este nos dice: En 5 minutos estoy allí para luego tardar 10 en llegar, ¿es una tontería?, sí, pero sigue siendo una mentira.
En cambio, hay quién miente a lo grande, estamos también rodeado de ellos, estafadores, corruptos, políticos, pero tampoco tenemos que irnos tan lejos.

Pero no solo engañamos a los demás, también nos engañamos a nosotros mismos, lo conocido como autoengaño, pero no tiene por qué ser siempre mintiendo, algunas acciones pueden causar un efecto parecido, como cuando copiamos en un examen, no estamos diciendo ninguna mentira, pero es una en sí, el acto de falsificar nuestro conocimiento para obtener beneficio.

Y dentro de toda esta tormenta se encuentran otro tipo de mentiras, las buenas, las “Little lie”, mentiras que decimos para ahorrar dolor, para evitar que sufra la gente que queremos, son unas mentiras con un objetivo distinto, con un objetivo bueno. “El fin justifica los medios” decía Maquiavelo.

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