sábado, 31 de mayo de 2014

A veces me llamo Isidro

El ser humano es mentiroso por naturaleza, usa la mentira como medio para evitar o llegar a todo tipo de situaciónes, generalmente enfocada a su propio beneficio. Nunca hablamos sobre ella, pues es algo que en el fondo nadie quiere admitir que usa constantemente en su día a día, y aun siendo tan impredecible, se ve venir desde lejos. Es muy llamativa la idea de que a parte del sexo y el dinero la mentira es lo siguiente rueda que mueve el mundo... 

 Es tal el grado de desarrollo de la mentira en nuestra sociedad y en nuestra vida que es algo que vemos con total naturalidad e incluso utilizamos con nosotros mismos cerrando nuestra visión a la cruda realidad que a veces nos envuelve, inventando nuevos mundos por los que movernos y mostrar a los demás, es decir, autoengañándonos. Se podría afirmar que nunca podremos conocer a alguien en toda su totalidad pues casi nadie deja entrar a otro en su mundo más interior, donde la mentira no existe, donde cada uno es como es, sin máscaras creadas mentira a mentira. Estas máscaras se crean sistemáticamente, sin darnos si quiera cuenta ya que como menciono anteriormente, está tan arraigado, que esas pequeñas mentiras son algo sin ninguno tipo de significado para nosotros, algo que hacemos instintivamente, como si estuviera guiado por el subconsciente. Lo increíble es cuando llega un punto en el que nos creemos las máscaras, viéndolas como algo más verdadero que lo que realmente somos.


En un segundo bloque, dejando a un lado los autoengaños o mentiras sobre nosotros, están las mentiras que usamos para conseguir aquello que queremos. Es tal el coste de nuestro placer y bienestar hoy en día, que no nos importa el cómo alcanzarla, y claro, lo mas sencillo, el camino rápido, es mintiendo. Ya sea para conseguir un trabajo o ganar un premio por ejemplo, el ser humano usa la mentira generalmente escudada en que el fin justifica los medios, sin importar a quien se lleven por delante. Pero no nos damos cuenta de que la mentira es util a corto plazo y nos destruye a la larga. Es duro darse cuenta de que todo lo que tienes en la vida lo has conseguido a base de trampas y mentiras, ver como todo a tu alrededor es puro vacío, como si fuera otra mentira.

Así es la mentira, un manto de ideas que recubre las verdades, que las encierra dentro de un búnker y que a fin de cuentas tenemos en nuestra mano abrir y no queremos, porque el ser humano siempre busca su beneficio del modo mas fácil posible y la mentira es uno de esos modos, una forma de pasar un obstáculo sin saltarlo. Sin embargo no podemos olvidar que la mentira es nuestra perdición si no sabemos controlarla y que si hacemos algo por nosotros mismos con la verdad por delante nos sentiremos infinitamente más gratificados y tendremos la conciencia tranquila de saber que lo que tenemos es fruto del juego limpio.

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